CRUMBLE DE MANZANA

 Crumble significa miga en inglés y en esto consiste sobre todo este pastel: una base de fruta cocinada cubierta por migas de galleta. He leído que tiene su origen en el Reino Unido durante la II Guerra Mundial a causa del racionamiento de alimentos. Supongo que escaserarían los huevos porque el resto de ingredientes de una tarta de manzana los incluye la receta.

Se puede hacer con muchos tipos de fruta: peras, mango, fresas. Mi favorito además del de manzana es el de frutas del bosque que ya pondré cuando lo haga.

Se toma templado, acompañado de helado de vainilla o nata montada.

INGREDIENTES:

Para cocinar la fruta:
8 Manzanas verdes grandes. Las que mejor van son las reinetas.
50 gramos de mantequilla.
2 terrones de azúcar moreno.
Un palo de canela.

Para el crumble:
250 gramos de azúcar.
200 gramos de harina de repostería.
150 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.

Cortamos la manzana en dados.
En una cacerola derretimos la mantequilla y añadimos la fruta troceada, la mantequilla y el azúcar.
Dejamos que se cocine, hasta que se ablande bastante la fruta  y quede un poco caramelizada pero con cuidado de que no quede hecho  un puré.

Por otro lado,  en un cuenco grande, echamos la harina y el azúcar y añadimos la mantequilla cortada en pequeñas lascas. Mezclamos todos los ingredientes, con dos cucharas de palo o con las manos. Tiene que quedar hecho bien mezclado todo de manera que quede hecho migas.

Poner en una fuente de horno la fruta y las migas encima, tapando la fruta totalmente.

Cocinar en el horno precalentado,  a 180 grados, a media altura del horno. Hasta que la masa esté dorada y crujiente.